El martes 28 de octubre, el autor de "Donde Surgen las Sombras" dio un conversatorio en la universidad. A continuación se presentarán algunos de los temas que fueron tocados durante el mismo.
¿Cree que la lectura de sus libros puede causar que el lector confunda la realidad con la ficción y cometa algunas barbaridades?
Ya veis que ser escritor es muy duro e podría pasar pues e…Mi respuesta sería que yo escribo para gente saludable no gente enferma (risas). Pero eso queda un poco nazi. Entonces, yo escribo para todos, estén o no enfermos, mientras compren ¡qué horror! (risas). Es broma, es que soy muy coherente, me gusta todo lo negro, inclusive el humor negro. Entonces, la ironía, con lo cual siempre…No, hablando en serio, supongo que siempre que escribes y que te van a publicar, sabes que vas a ser leído y nunca es…no es posible predecir de manera exacta las reacciones que van a tener lugar, los efectos en los lectores…es imposible. Sin llegar a extremos tan policíacos, pues imaginaos que yo escriba una obra en la que el personaje principal, pues, se suicida, porque además el tema del suicidio sí arrastra un importantísimo fenómeno de imitación en la vida real, por eso los suicidios no se señalan como tales en prensa. Cuando alguien muere por suicidio nunca se señala, se dice accidente, porque está estudiado y se sabe que existe un fenómeno de imitación tremendo. Cómo yo voy a saber si una persona que está en un momento de depresión va a leer mi novela y va a decir: ¡jo, esta persona ha hecho lo que yo debí haber hecho! Y se va a tirar por la ventana…Podría ocurrir, es decir…pues es complicado.
Siendo profundamente crudo y radical, qué horro qué imagen van a tener de mí todos los lectores, mi primera reacción sería qué bien escribo (risas). Pero a continuación, yo tengo mi corazón también, me sentiría fatal y no porque ese señor no vaya a comprar más libros míos (risas) sino porque verdaderamente es tremendo ¿no?
Eso se escapa del autor, yo no puedo aspirara a llegar tan lejos, yo solo puedo aspirar a conseguir unos objetivos con mi libro, pero ese último efecto del lector no está en mis manos. Supongo que todos los libros en el fondo dan ideas, eso es verdad, pero yo acabaría diciendo en ese tema en concreto que si alguien llega más lejos el problema ya estaba allí, antes de la novela.
¿Por qué “Donde surgen las sombras”?
Hay gente que es buenísima con el título, buenísima, y yo no. ¿Cómo es posible que la gente llegue a la segunda página y ya tenga el título del libro? Yo llego a la 600 y no sé cual va a ser el título, soy malísimo.
Cuando la novela salió publicada lo primero que me dijo la editora fue: “el título es malo”. Es malo, cuidado, les voy a hacer un matiz, comercialmente ¿Por qué es malo comercialmente? Porque es difícil de recordar, es un título largo “Donde surgen las Sombras”. Estoy cansado de que me digan: “era algo sobre las sombras” (risas). Y lo peor, un trauma del cual aún no me he recuperado, uno me dijo: “Donde Surgen las Sobras” (risas)…Si hubiera sido alumno mío jamás habría aprobado, nunca, ni aunque hubiera tenido tres vidas (risas). Es terrible, con un título así cualquiera dice: “ese libro es malo”.
Pero bueno, la editorial quiso ponerle de título, mucho mejor comercialmente, “Obscuritas” que es la organización criminal. Contundente y sobre todo en ese momento estaban de moda los títulos en latín. Lo que ocurre es que a mí ya me habían dado el premio y el título del libro ya había salido en prensa y por todos lados, ya era conocido. Entonces la editorial dijo que ya era tarde, por lo que se quedó así.
El título, comercialmente malo. Sin embargo es bueno, yo les voy a decir por qué, porque es muy sugerente. La historia de esta novela describe un camino ¿y hacia donde va el camino?...Hacia donde surgen las sombras, hacia la madriguera, al origen del mal. Es muy sugerente, el título es muy bueno.
¿Por qué la mayoría de los personajes son hombres?
Es una especie de comodidad, llevo unos años estudiando y todavía no entiendo a las mujeres, con lo cual…no, para mí es imposible. Entonces, al hablar de un personaje femenino, como sois mucho más complejas que nosotros que somos gente sencilla, simple, no nos complicamos la vida. Entonces qué pasa, los personajes masculinos me son mucho más sencillos para construir. Yo me puedo poner en la cabeza de un chico, pero en la de una chica…complicado…Entonces, generalmente, en mis novelas siempre hay más chicos que chicas.
¿Por qué mostrar a una chica como la traidora, por qué Raquel, por qué no un mejor amigo o amiga?
En el fondo hubiera sido igual, lo que ocurre es que puestos a elegir algo que lleve a la perdición a alguien, me hacía falta mucha fuerza ¿no? Y entonces me di cuenta que se requería de algo sentimental. Para que el daño fuera creíble, sea verosímil tenía haber algo sentimental y como la víctima era chico, tenía dos opciones: si el chico hubiera sido gay, que no hubiera habido ningún problema, hubiera puesto a un chico como trampa, sí ¿por qué no? Pero lo cierto es que yo ya había comenzado la novela, ya tenía las ideas un poco más claras y meter eso, hubiera sido más complicado por eso al final opté por eso. Pero bueno, le puse algo de interés a la pareja y ya, ese fue el tema.
¿Cómo construye un personaje?
Bueno. Yo a la hora de construir un personaje, digamos que hago una especie de cóctel, cojo rasgos de gente que conozco, añado otros, los mezclo y me salen personajes. De tal manera que nadie se puede reconocer en algún personaje, eso no me gusta ¿no? Porque además en mi novela acaba muriendo tanta gente, pues imagínate que mi padre me dice un día: “qué ilusión, me he reconocido en la página 30”. Y en la 60 lo decapitan (risas) quedaría fatal, entonces prefiero que nadie se reconozca.
Yo tengo una amigo que absolutamente pijo me dijo: “oye, me he reconocido, has puesto hasta mi colonia, pero ese no soy yo, porque si tú estuvieras en peligro de muerte en una alcantarilla yo jamás bajaría” (risas) Ya veis qué clase de amigos tengo, en fin.